El corazón nunca descansa. El corazón es un músculo fuerte que nunca deja de ejercitarse, ni por un minuto. Cada minuto necesita sangre, nutrientes y oxígeno. En Amarillo Heart Institute, entendemos la importancia de mantener tu corazón saludable y funcionando al máximo. Creemos que un corazón saludable es la base de una vida saludable, y nuestro objetivo es proporcionarte todo lo que necesitas para lograr una salud óptima del corazón y un corazón más feliz.

Otras Enfermedades

Diabetes

La diabetes es una afección crónica en la que el cuerpo no puede regular adecuadamente los niveles de azúcar en la sangre (glucosa). La glucosa es un azúcar que es la principal fuente de energía del cuerpo. Para utilizar la glucosa, el cuerpo necesita una hormona llamada insulina, que es producida por el páncreas.

Existen dos tipos principales de diabetes:

Diabetes tipo 1: Se trata de una enfermedad autoinmunitaria en la que el sistema inmunológico del cuerpo ataca y destruye las células del páncreas que producen insulina. La diabetes tipo 1 generalmente se desarrolla en la infancia o la adolescencia, y requiere terapia de insulina de por vida. Diabetes tipo 2: Se trata de un trastorno metabólico en el que el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente insulina. La diabetes tipo 2 es más común y a menudo está relacionada con factores de estilo de vida como la obesidad, la falta de actividad física y una dieta deficiente. A menudo se puede controlar con una combinación de medicamentos, cambios en el estilo de vida y a veces terapia de insulina.

Los síntomas de la diabetes pueden incluir sed y hambre aumentadas, micción frecuente, fatiga, visión borrosa, cicatrización lenta de cortes y heridas, y hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies.

Las complicaciones de la diabetes pueden incluir daño nervioso, daño renal, daño ocular y un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Controlar los niveles de azúcar en la sangre a través de medicamentos, dieta y cambios en el estilo de vida es esencial para reducir el riesgo de complicaciones y mejorar la salud en general.

Para obtener más información sobre la diabetes, consulte la sección de Factores de riesgo.

Obesidad

La obesidad es una condición médica caracterizada por un exceso de grasa corporal que puede llevar a resultados negativos en la salud. Por lo general, se define con un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más, que se calcula dividiendo el peso de una persona en kilogramos por su altura en metros al cuadrado.

La obesidad puede ser el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y de comportamiento. En muchos casos, está relacionada con factores de estilo de vida, como una dieta alta en calorías y baja en nutrientes, la falta de actividad física y los malos hábitos de sueño.

La obesidad es un factor de riesgo importante para una variedad de problemas de salud, incluyendo diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, hipertensión, apnea del sueño y ciertos tipos de cáncer.

El tratamiento para la obesidad generalmente implica una combinación de cambios en el estilo de vida, como aumentar la actividad física y adoptar una dieta saludable, y en algunos casos, medicamentos o cirugía. La pérdida de peso puede ser desafiante, pero la pérdida de solo el 5-10% del peso corporal puede mejorar significativamente los resultados de salud y reducir el riesgo de complicaciones relacionadas con la obesidad.

Para obtener más información sobre la obesidad, o el índice de masa corporal, consulte la sección Factores de Riesgo.

Hiperlipidemia

La hiperlipidemia es una condición médica en la cual hay un nivel anormalmente alto de lípidos (grasas) en la sangre. Los tipos más comunes de lípidos involucrados en la hiperlipidemia son el colesterol y los triglicéridos.

La hiperlipidemia es a menudo causada por una combinación de factores genéticos y de estilo de vida. Algunas personas pueden tener predisposición genética a tener niveles altos de lípidos, mientras que otras pueden desarrollar hiperlipidemia debido a factores como una dieta alta en grasas saturadas, falta de actividad física, obesidad y ciertas condiciones médicas como la diabetes y el hipotiroidismo.

La hiperlipidemia puede aumentar el riesgo de desarrollar aterosclerosis (estrechamiento de las arterias), lo que puede llevar a enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otros problemas cardiovasculares. El tratamiento para la hiperlipidemia generalmente implica cambios en el estilo de vida, como adoptar una dieta saludable, aumentar la actividad física y dejar de fumar, así como medicamentos como las estatinas, que pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol. La monitorización regular y el manejo de los niveles de lípidos son importantes para prevenir complicaciones y mantener una buena salud en general.

Para obtener más información sobre el colesterol, los triglicéridos o cómo evitar las grasas saturadas, consulte la sección de Factores de Riesgo.

Hipertension

La hipertensión, o presión arterial alta, es una condición médica en la que la fuerza de la sangre contra las paredes de las arterias está consistentemente elevada. La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se expresa como dos números: la presión sistólica (el número superior) y la presión diastólica (el número inferior).

La presión arterial normal se considera menor a 120/80 mmHg. La hipertensión se diagnostica típicamente cuando la presión arterial mide consistentemente 130/80 mmHg o más alta.

Hay dos tipos de hipertensión:

  • Hipertensión primaria (esencial): este es el tipo más común de hipertensión y no tiene una causa identificable. A menudo se desarrolla gradualmente con el tiempo y puede ser influenciado por factores como la edad, antecedentes familiares, obesidad, falta de actividad física y una dieta alta en sodio.
  • Hipertensión secundaria: este tipo de hipertensión es causado por una condición médica subyacente, como enfermedad renal, trastornos de las glándulas suprarrenales o apnea del sueño.

La hipertensión puede aumentar el riesgo de una variedad de problemas de salud, incluyendo enfermedades cardíacas, accidente cerebrovascular, enfermedad renal y pérdida de la visión. El tratamiento para la hipertensión generalmente implica cambios en el estilo de vida, como adoptar una dieta saludable, aumentar la actividad física y reducir el estrés, así como medicamentos como diuréticos, inhibidores de la ECA y bloqueadores de los canales de calcio. La vigilancia regular y el manejo de la presión arterial son importantes para prevenir complicaciones y mantener una buena salud en general.

Para obtener más información sobre la hipertensión y la presión arterial, consulte la sección Factores de riesgo.

Pericarditis

La pericarditis es una condición médica en la que el pericardio, la membrana delgada en forma de saco que rodea el corazón, se inflama. El pericardio ayuda a proteger el corazón y a mantenerlo en su lugar dentro de la cavidad torácica. Cuando se inflama, puede causar dolor en el pecho, un latido cardíaco rápido y otros síntomas.

La pericarditis puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo infecciones virales o bacterianas, trastornos autoinmunitarios, ataque cardíaco, trauma, cáncer y ciertos medicamentos. Los síntomas de la pericarditis pueden incluir dolor agudo en el pecho que puede empeorar al acostarse o respirar profundamente, tos seca, latidos rápidos del corazón, fiebre y fatiga.

El tratamiento para la pericarditis generalmente implica medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o los corticosteroides. En casos graves, se puede realizar un procedimiento llamado pericardiocentesis para eliminar el exceso de líquido del saco pericárdico. La mayoría de las personas se recuperan por completo de la pericarditis con el tratamiento adecuado, pero en algunos casos, puede conducir a complicaciones como la pericarditis crónica o la pericarditis constrictiva.

Endocarditis

La endocarditis es una condición médica en la cual el endocardio, el revestimiento interno de las cámaras del corazón y las válvulas cardíacas, se inflama. Esta inflamación es causada típicamente por una infección bacteriana o fúngica, aunque también puede ser causada por ciertos trastornos autoinmunitarios.

La endocarditis puede ocurrir cuando las bacterias o los hongos de otra parte del cuerpo, como la boca o la piel, ingresan al torrente sanguíneo y se adhieren a la válvula cardíaca dañada o anormal o al revestimiento interno del corazón. Esto puede causar fiebre, escalofríos, fatiga y otros síntomas similares a la gripe. En casos graves, la endocarditis puede provocar complicaciones como insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular o sepsis.

El tratamiento para la endocarditis generalmente incluye una combinación de antibióticos y, en algunos casos, cirugía para reparar o reemplazar las válvulas cardíacas dañadas. Las personas con alto riesgo de desarrollar endocarditis, como aquellas con ciertas afecciones cardíacas, pueden recibir antibióticos antes de los procedimientos dentales u otros procedimientos médicos para ayudar a prevenir infecciones.

El diagnóstico y tratamiento tempranos son importantes para controlar la endocarditis y prevenir complicaciones.

Enfermedades cardíacas infiltrativas

Las enfermedades cardíacas infiltrativas son un grupo de condiciones médicas en las que sustancias anormales, como proteínas u otros materiales, se acumulan en el tejido del corazón, afectando su estructura y función. Estas sustancias pueden interferir en la capacidad del corazón para bombear sangre eficientemente, lo que conduce a síntomas como falta de aliento, fatiga e hinchazón en las piernas y los tobillos.

Algunos ejemplos de enfermedades cardíacas infiltrativas incluyen:

  • Amiloidosis: una enfermedad rara en la que proteínas anormales llamadas amiloides se acumulan en varios órganos, incluyendo el corazón.
  • Hemocromatosis: un trastorno genético que causa la acumulación de hierro en el cuerpo, incluyendo el corazón.
  • Sarcoidosis: una enfermedad inflamatoria que puede afectar varios órganos, incluyendo el corazón.
  • Enfermedad de Fabry: un trastorno hereditario en el que una sustancia grasa llamada globotriaosilceramida (Gb3) se acumula en varios órganos, incluyendo el corazón.
  • Enfermedades de almacenamiento de glucógeno: un grupo de trastornos metabólicos hereditarios en los que el glucógeno, un carbohidrato complejo, se acumula en varios órganos, incluyendo el corazón.

El tratamiento para las enfermedades cardíacas infiltrativas depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida o, en algunos casos, un trasplante de corazón. El diagnóstico y tratamiento tempranos son importantes para prevenir complicaciones y mejorar los resultados.